miércoles, 20 de junio de 2007

La calma después del temporal

Todos en casa, durante la pasada semana, estuvimos afectados por la gripe. Especialmente mi esposa, que desde el sábado por la noche y hasta el lunes, la pasó muy mal (con fiebre). Durante la semana fueron las hijas las que se sintieron agripadas. Tanto así que a Sofía, nuestra hija menor, tuvimos que llevarla al servicio médico de urgencia ayer por la tarde porque también estaba afiebrada. Gracias a Dios hoy amaneció mejor. Así son los niños. Es que los fríos polares que se han sentido estos días han marcado hasta -1° C., cuestión a la que no acostumbramos. Por la noche se sintió fuerte el temporal. Afortunadamente fue pasajero y nos dejó temperaturas algo más agradables.

Hubiese querido mostrar en imágenes aquellos fuertes oleajes de los que ya había comentado. Sin embargo, la bahía se ha mantenido mayormente en calma. Ya habrá ocasión de hacerlo.

Hoy salí a la playa, distante 15 mts del edificio donde trabajo, a captar algunas imágenes. Me aproveché de que no podíamos conectar los PC a los servidores por una falla eléctrica durante la noche y que nos mantuvo más/menos una hora inactivos. Ya después, en la oficina y acompañado de un buen tazón con café, pude apreciar cómo hay quienes se aventuran al mar en abierta competencia con los elementos y en severa diferencia con las industrias.

Me siento complacido de ver el paisaje por la ventana. Es una foto en movimiento que puedo apreciar diariamente. También puedo darme cuenta de los contrastes entre una situación y la otra, y tengo la ocasión de agradecerle a Dios por todo lo bueno que me ha dado.