jueves, 17 de julio de 2008

" El pacto de Dios "

Hoy desperté bastante descansado respecto de los días anteriores. En general, las tres últimas semanas he estado particularmente alegre y feliz. Han contribuido varias situaciones. Mi salud, la relación con mi esposa e hijas, mi familia, mis afectos, mi trabajo, el EMM; el reencuentro con mis ex-compañeros del Liceo Comercial; este mes de Julio mismo, en que se celebran varios cumpleaños en casa, etc. Sólo lamento un hecho triste, y que en todo caso, es natural. El día de ayer (16-07-2008) ha fallecido la Sra. Ma. Mercedes Roa vda. de Garrido (Q.E.P.D.), mamá de unos amigos de mis Padres, hermana y míos, que durante mucho tiempo fueron mis mejores amigos, y por quienes siento un cariño especial. A ella la recuerdo desde mi niñez en la Iglesia, en los paseos de año nuevo, en las visitas a su casa, etc. Mujer de mucho sentido del humor y que siempre tuvo gestos de mucho cariño hacia nosotros. Tras años de estar postrada en cama y víctima de la penosa enfermedad del alzheimer o alzáimer (como se escriba), partió al encuentro con el Creador. Tenía 84 años de vida. Hoy habría cumplido 85.



Para mis queridos amigos Roberto, Patricio, Jorge, Nelson, Gladys, Erika, Mirna, Adriana y en general a toda la Familia Garrido - Roa de Lota, les doy en mi nombre y el de mi familia, nuestro más sentido pésame y abrazo de cariño en señal de condolencia.

Queridos amigos, estamos con Uds. y quisiera decirles muchas cosas para mitigar sus sentimientos de dolor. El evangelio de hoy, a mí me hace sentir nuevamente confortado: "(Mt 11,28-30): En aquel tiempo, Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera»."



La reflexión me invita a pensar que quizás hemos luchado para ser perfectos y en el fondo lo único que queremos es sentirnos amados. En las palabras de Jesús encontramos respuesta a nuestras contínuas crisis de sentido. Nuestro ego nos juega malas pasadas y no nos permite ser tan buenos como quisiéramos. No vemos quizá la luz en determinadas épocas. El mensaje de Jesús es simple y muy claro: «Todo irá bien, todas las cosas irán bien».



Miro hacia el exterior y veo allí la señal que necesito. Dios me recuerda su pacto con los hombres.

Me siento emocionado por cuánto me ha bendecido Dios y nuevamente feliz.























<< La fecha de las imágenes no concuerdan con la de hoy. Esto es porque me apresuré en captarlas y no configuré el dato en la cámara. Una prueba más de que no soy perfecto >>

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